Esta semana en Bitcoin | 37-2022

Esta semana en Bitcoin, toda la atención se la llevó Ethereum. Las consecuencias del Merge para Bitcoin y cómo se va a poner todo más feo.

Esta semana en Bitcoin | 37-2022
Foto de Floh Maier en Unsplash
"Si todos están pensando igual, entonces alguien no está pensando"

- George S. Patton

Esta semana en Bitcoin, toda la atención se la llevó Ethereum.

Cinco años más trade de lo prometido por la Fundación Ethereum, la red que lleva el mismo nombre ejecutó un nuevo hard fork y modificó su mecanismo de consenso que no requiere del consumo de energía para la generación de bloques. La transición de proof-of-work (PoW) a proof-of-stake (PoS), recibió un apoyo casi unánime, incluido el del World Economic Forum, el infame crítico de Bitcon Alex de Vries, y la camarilla mueve los hilos de la red: empresas proveedoras de stablecoins, exchanges, proveedores de staking-as-a-service, VCs, y aquellos inversores privilegiados que accedieron al preminado de ETH.

El apoyo es lógico. Con este cambio, los mayores tenedores de ETH ostentarán el control sobre la red, y serán ellos quienes definirán cuál es la "verdad histórica" en la cadena de bloques de Ethereum. De esta manera Ethereum replica en su modelo de consenso lo que Bitcoin vino a desplazar: el control sobre el dinero por parte de una elite conectada políticamente a quienes hacen las reglas.

Debajo de esta premisa aparecen otros potenciales problemas para la red como la presión de centralización en torno a los validadores, la facilitación de la captura de la red por parte de algún gobierno y el surgimiento de vectores de ataque desconocidos dada la complejidad del nuevo mecanismo de consenso. Pero nada de esto afectará directamente Bitcoin.

Caballito de batalla

La principal ventaja o beneficio que presentan desde la Ethereum Foundation sobre el mecanismo de consenso PoS es que la red dejará a un lado el consumo de energía como medida objetiva para determinar la validez de un bloque y de una cadena de bloques. La cadena válida de Ethereum ya no estará determinada por un hecho objetivo externo a la red, como es el uso de energía, si no que se autorreferenciará en la misma red, incorporando un aspecto subjetivo en este terreno.

No importan las consecuencias de este cambio, si no decirle al mundo, y especialmente a reguladores y tecnocrátas, que Ethereum es compatible con sus objetivos. Ahora que Ethereum no engulle más energía para garantizar su funcionamiento, Bitcoin debería hacer lo mismo, o ser prohibido por las autoridades. Esta narrativa ya la estamos viendo desde hace tiempo, y mientras la red PoS subsista sin inconvenientes —algo que solo sostienen los propios promotores de ETH— solo se acentuará.

En mayo de 2021, un post en el blog de la Fundación Ethereum, ya daba cuenta de ello. "El consumo de energía de Ethereum disminuirá en un 99,95% pronto". Es que el nuevo mecanismo de consenso de Ethereum encaja de manera perfecta en el discurso ecologista que promueve un mayor control gubernamental sobre la economía por cuestiones medioambientales. Las conocidas sandías —verdes por fuera, rojas por dentro— ya son ethereans.

Esta línea de ataque contra Bitcoin, de larga data, ahora encontrará nuevos aliados, luego de que la red bendecida por el banco JP Morgan abandonara el mecanismo de consenso que le permitía mantener cierta resistencia a la censura (una resistencia light en comparación a Bitcoin). De hecho, todo esto ya está ocurriendo.

La campaña "Change the Code, Not the Climate" renovó esta semana sus esfuerzos de demonización contra Bitcoin, y se enfiló detrás de la red favorita del establishment financiero: "Ethereum ha mostrado que es posible cambiar a un protocolo energéticamente eficiente, con menor contaminación del clima, el aire y el agua... Bitcoin se ha convertido en el distinto, rechazando de manera desafiante su responsabilidad climática", declaró Michael Brune, director de la campaña "Change the Code, Not the Climate".

Change the code, not the climate
We know the problem. Bitcoin uses an outdated technology called proof-of-work to validate transactions.

La campaña hace un llamado a los "50 participantes claves de la red que pueden realizar un cambio en el código (?)" fue financiada, en parte o totalmente, por Chris Larsen, cofundador de Ripple Labs, emisores de XRP. Mi predicción es que en los próximos meses otros actores de Ethereum se sumarán o lanzarán sus propias campañas anti-Bitcoin.

Peras y Manzanas

Ahora que, después de casi cinco años, el tan esperado "Merge" (que en realidad es un fork) ocurrió, será el mercado y el acontecimiento de los hechos los que demostrarán la viabilidad de PoS para mantener un consenso descentralizado y evitar la captura regulatoria por parte de los estados.

En los últimos cinco años, los participantes de la red Ethereum han sabido desplegar un arsenal semántico para confundir a usuarios y curiosos. Hemos visto la transición de "El código es la ley" a la reversión de The DAO tras un error en el código, el uso y abuso de la palabra "descentralización" en proyectos llevados adelantes por empresas, con inversores privilegiados que luego venden sus tenencias "al siguiente idiota", la transición de "computadora global descentralizada" a "ultrasound money", y la lista podría continuar. Este caso no será distinto.

Mientras que la realidad será la que se encargará de demostrar las prestaciones que ofrece un mecanismo de consenso como proof-of-stake a una red, lo cierto que es que las garantías que brindan ambos mecanismos de consenso son diferentes. La prueba de trabajo es un aspecto medular en Bitcoin, que está más que probado que permite mantener un consenso descentralizado acerca de un conjunto de reglas y una verdad histórica en la que todos coinciden que queda reflejada en al cadena de bloques.

Las diferencias entre PoW y PoS, y las garantías que brindan son diferentes. PoW es un mecanismo basado en las leyes de la física, mientras que PoS pretende reinventar las lyes de la físicia, o así lo definió Buterin. PoS no es PoW sans consumo de energía, si no la recreación del sistema monetario y financiero fiat, pero esta vez montado sobre una blockchain.

Ningún bitcoiner debería pedir disculpas por el consumo de energía para asegurar la red Bitcoin. Una creación que permite la transferencia de valor monetario sin ningún tipo de censura, y la posibilidad de asegurar nuestro trabajo en un sistema monetario basado en texto y matemáticas, vale cada MWh que consume. Al contrario, los bitcoiners deberíamos alegrarnos del aumento de consumo de energía de la red, lo que implica una red más saludable y una mayor infraestructura dedicada a brindarle acceso a dinero honesto a todo el mundo.

Para seguir en el tema...

De EscuchaBitcoin.com: